viernes, 31 de mayo de 2013

Aún no había camino..., Ortega - Selección Alberto Díaz Hermelo



Aún no había camino

ni la emoción del hombre no evocado
por lenguas familiares

pero tú reclamabas una forma
un pliegue duradero
tan quieta
debajo del templete

el hilo solo
sin aguja

y un retal en tus manos

jueves, 30 de mayo de 2013

Aureus puer, Gandía - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



No es distinta su luz de la de un dios,
mas le es adverso el curso de la historia
y no será inmortal.
                                         Aunque Virgilio
regresara a cantarlo, ya no hay Cumes
que engalanen con versos sus murallas.
Ni el futuro sabrá leer la dulce
y esbelta desnudez de su dibujo
danzando fugitivo en kylix ática.

Sea razón de sobra a tu existencia
el oro en que te hundes de esta tarde
por recrear su mito en el poema.

miércoles, 29 de mayo de 2013

El buen momento, Hierro - Selección Alberto Díaz Hermelo

       

        Aquel momento que flota
        nos toca de su misterio.
        Tendremos siempre el presente
        roto por aquel momento.

        Toca la vida sus palmas
        y tañe sus instrumentos.
        Acaso encienda su música
        sólo para que olvidemos.

        Pero hay cosas que no mueren
        y otras que nunca vivieron
        y las hay que llenan todo
        nuestro universo.

        Y no es posible librarse
        de su recuerdo.

martes, 28 de mayo de 2013

Purificado, Segovia - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



En la noche por fin,
sombrío oasis de los tórridos
arenales del día, largamente,
me he sumergido,
y he disuelto la sal de la tristeza,
y me he purificado
el corazón mordido de impaciencias.

Con los miembros ligeros
lavados por la sombra,
salgo al paso del tiempo libremente.
Ahora ya no tengo retención,
ni designios, ni errante
gimo desposeído.

Y toda esta hermosura desbordante,
ahora abandonada,

si con asentimiento le sonrío,
como mía me expresa.

lunes, 27 de mayo de 2013

Atardecer de marzo, Hidalgo - Selección Alberto Díaz Hermelo



Atardecer de marzo
en la mar cenicienta.
El crepúsculo, lejos.
ya no se ve, se sueña.

Atardecer de marzo,
tú estás aquí, tan cierta
como esta dicha de ahora
que me da tu presencia.

Dame tu mano, inclina
sobre mí tu cabeza
y calla, no me rompas
este paisaje y esta
ternura que se alza
desde ti y se me adentra
por el cuerpo y el alma...
Mírame, piensa y deja
todo así como está
sin besarme siquiera:
el cielo alto y sereno
que sobre el mar se espeja,
en el aire parado
la gaviota que vuela,
y bajo nuestros pies
éste poco de tierra...

domingo, 26 de mayo de 2013

Joseph von Eichendorf, Hernández - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



                                                                At Dusk

Atardezco
Navego por los ríos
Cuya luz
Es grata hacia mis ojos
Y se esconde
Lentamente
Entre la noche.

sábado, 25 de mayo de 2013

Fragmento desde el frío, Auster - Selección Alberto Díaz Hermelo



Porque nos volvemos ciegos
en el día que nace con nosotros,
y porque hemos visto a nuestro aliento
nublar
el espejo del aire,
el ojo del aire no se abrirá
sino en la palabra
hecha renuncia: el invierno
habrá sido un lugar
de madurez.

Nosotros, convertidos en los muertos
de otra vida que la nuestra.

jueves, 23 de mayo de 2013

Por estar, Lizalde - Seleccion Alberto Diaz Hermelo

2. Y por estar a flote,
por ser la superficie de la espuma en la piel,
por ser lo más visible y general,
por ser el más común lugar del paraíso visitado,
el sexo, lo evidente,
lo que a todos iguala,
lo esencial-sabia era Eva,
ingenuo Segismundo-,
por ser el sexo algo tan real,
lo único real acaso,
sólo se existe y vive a su merced.

No es reducible el sexo a números ni a ciencia,
no es cosa comprensible,
no es natural ni humano
y la divinidad lo desconoce.

Lo real no está sujeto a inquisición.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Trasmundo, Linares - Selección Alberto Díaz Hermelo



Más allá del deseo y su luz torpe,
más allá de la risa, al otro lado
de ese instante sin tiempo o la nostalgia,
lejos de la razón, de la locura,
más allá de mí mismo, de la vida,
tan inútil, tan vieja conocida,
más allá de estos sueños, de esta muerte:
tras de la sombra en llamas de tus ojos.

martes, 21 de mayo de 2013

Repaso, Cunha - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Veinte años hizo ayer que yo llegaba
Del campo, con mis pájaros- qué lío.
Y aquí, de torre a torre, los soltaba
Con temblores aún de bosque y río.

Y hoy me encontré que de su vuelo y pío.
No más, sino la ausencia, me quedaba.
Ninguno de mis pájaros cantaba.
Y miré sin un ala el cielo frío.

Veinte años. Tantos días. Pena tanta.
Tanta tanta nostalgia acumulada
Y acumulada espina en la garganta.

Qué será de mi monte y mi torrente.
Adónde, adónde, adónde mi bandada.
Eran veinte los años; y hace veinte.

lunes, 20 de mayo de 2013

Óyeme así, como al descuido..., Durán - Selección Alberto Díaz Hermelo



Óyeme así, como al descuido.
No te des mucha cuenta.
Quiero contarte que te quiero,
sin decírtelo nunca.
Quiero besarte suavemente,
como te besa el agua
de la lluvia.
Así, muy quedamente,
sin que escuches siquiera
su gemido.
Quiero que me ames
a pesar de ti mismo.
Que me ames lentamente
y enciendas todo el fuego
que arde en mí para ti,
definitivo.

domingo, 19 de mayo de 2013

Sangre y luna, Yeats - Seleccion Alberto Diaz Hermelo

       

        Bendito sea este lugar
        Y aún más bendita esta torre;
        Un poder sangriento y arrogante
        Se levantó de la raza
        Para expresarla, para dominarla,
        Se alzó como los muros
        De estas cabañas azotadas por la tormenta.
        Como burla he construido
        Un emblema poderoso
        Y lo canto verso a verso,
        Como burla de una época
        Medio muerta en la cima.

sábado, 18 de mayo de 2013

Con sus garras de ónix..., Matute - Selección Alberto Díaz Hermelo



Con sus garras de ónix,
puntual,
ordeña la muerte
cada uno de nuestros días,
y los sorbe insaciable
con su cruel hocico
de animal carnicero.

Constante nos acecha
con su besos inmensos
de azahares flagelados,
con el helado silencio
de su ombligo infinito,
de oscuro túnel,
donde habremos de olvidar
las amapolas,
el agua, el fuego,
y la inútil fosforescencia
de los mitos
que inventamos diariamente.

viernes, 17 de mayo de 2013

El amor es un robo me dijiste una tarde..., Marechal - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



El amor es un robo -me dijiste una tarde-
robamos y nos roban, y así pasa de modo
que en los senderos quedan nuestras mejores galas
resecas como lirios que marchitó el otoño.

Han pasado los años y de nuevo tu imagen
cruzó por mis ideas con la luz de un meteoro,
y mirando en mi abismo y hallando mucha sombra
recuerdo tus palabras: El amor es un robo.

jueves, 16 de mayo de 2013

Salmo de las maderas, Debravo - Seleccion Alberto Diaz Hermelo


Hay maderas oscuras y profundas
como tus ojos y tus cabellos.
Porque tus ojos y tus cabellos son
como maderas profundas y charoladas.

Hay maderas suaves y livianas
como tu piel y tu alegría.
Porque tu piel y tu alegría son
como maderas suaves y livianas.

Hay maderas recias y macizas
como tus piernas y tus espaldas.
Porque tus piernas y tus espaldas son
como maderas recias y macizas.

Hay maderas húmedas y rojas
como la piel de tus labios y de tu lengua.
Porque la piel de tus labios y de tu lengua es
como una madera roja y empapada de savia.

Hay maderas olorosas y vivas
como el olor de tu cuerpo.
Porque el olor de tu cuerpo es
como el olor de las maderas
cortadas en los tiempos de lluvias.

Hay maderas que al ser trabajadas
dan notas musicales y perfectas.
Tu amor es una nota musical y perfecta
como el sonido que dan ciertas maderas
cuando son trabajadas.

Hay maderas que se quejan en las noches de lluvia
y en las tardes de tormenta.
Porque eres triste, y esto te embellece y purifica,
te pareces a esas maderas que se quejan
en las noches de lluvia y en las tardes de tormenta.

Hay maderas que tienen un sabor y perfume
tan propios que, cuando se las huele o se las besa,
ya no son olvidadas nunca más en la vida.
Porque eres fatalmente inolvidable,
te pareces a esas maderas que se recuerdan
hasta la muerte cuando se las huele o se las besa.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Una Armonía, Wilde - Selección Alberto Díaz Hermelo



Sus manos de marfil en el teclado
      extraviadas en pasmo de fantasía;
así los álamos agitan sus plateadas hojas
      lánguidas y pálidas.
     Como la espuma a la deriva en el mar inquieto
cuando muestran las olas los dientes a la brisa.

Cayó un muro de oro: su pelo dorado.
      Delicado tul cuya maraña se hila
en el disco bruñido de las maravillas.
      Girasol que se vuelve para encontrar el sol
      cuando pasaron las sombras de la noche negra
y la lanza del lirio está aureolada.

Y sus dulces labios rojos en estos labios míos
      ardieron como fuego de rubíes engarzados
en el móvil candil de la capilla grana
      o en sangrantes heridas de granadas,
      o en el corazón del loto anegado
en la sangre vertida del vino rojo.

martes, 14 de mayo de 2013

El mar pliega las alas al atardecer..., Varela - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



VI
El mar pliega las alas al atardecer,
tú no eres sino una pálida burbuja
navegando al golpe del aliento,
un negro trino,
el sol que sale en el centro del pecho
en mitad de la calle,
un silencio en la música dura
de la ciudad sin límites.

Para atravesar ese océano,
ese golpe de luz en la siesta,
no bastaría la eternidad.

lunes, 13 de mayo de 2013

Ojos garzos ha la niña..., Encina - Selección Alberto Díaz Hermelo



Ojos garzos ha la niña:
¿quién gelos namoraría?

son tan bellos y tan vivos,
que a todos tienen cativos;
mas muéstralos tan esquivos
que roban el alegría.

Roban el placer y gloria,
los sentidos y memoria:
de todos llevan vitoria
con su gentil galanía.

Con su gentil gentileza
ponen fe con más firmeza,
hacen vivir en tristeza
al que alegre se solía

No hay ninguno, que los vea,
que su cativo no sea:
todo el mundo los desea
contemplar de noche y día.

domingo, 12 de mayo de 2013

sábado, 11 de mayo de 2013

viernes, 10 de mayo de 2013

Driving, Uceda - Selección Alberto Díaz Hermelo



Me pregunto si alguien, alguna vez,
podrá imaginarme, como yo no puedo,
formando parte de estos bosques, en los que no pienso,
de este mar, que a veces ignoro y del que huyo, a veces
-driving and driving and driving alone-: necesito
en otra lengua porque su sonido
pone el punto de soledad, de aislamiento, mejor,
a las tres partes: mujer en un coche, bosques, mar.

Siempre creo estar en otra escena
Y encuentro mi lugar en la que ya he perdido. Y eso significa
tal vez, que nunca estoy en parte alguna.

                                                               Pero alguien,
alguna vez, supongo con excesivo optimismo
sobre el valor posible de unos cuantos poemas, tendrá curiosidad
por saber cómo fui. Y pintara un atractivo cuadro si contempla
los hermosos paisajes que me acogieron
y que tan fielmente, aunque ya perdidos,
se pueden entrever en toda mi escritura.

Puede que el conjunto resulte hermoso.
Me gustaría verlo, pero será imposible.
De todos modos, quiero hacerle un favor al curioso futuro:
nada estará completo si se olvida
-driving and driving and driving alone-
de este verso extranjero.

jueves, 9 de mayo de 2013

El sol es un globo de fuego..., Machado - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



El sol es un globo de fuego,
la luna es disco morado.

Una blanca paloma se posa
en el alto ciprés centenario.

Los cuadros de mirtos parecen
de marchito velludo empolvado.

¡El jardín y la tarde tranquila!...
Suena el agua en la fuente de mármol.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Gracia, Conde - Seleccion Alberto Diaz Hermelo


Van a cantar las aves. Lo siento en mis costados.
Porque me tiemblan alas que nunca vi crecer.
Y súbitos los árboles sacuden sus mensajes
para que yo los coja y lleve por el viento.

Van a brotar más fuertes. Escucho que la tierra
desliza por mis plantas sus tibias humedades;
y un arroyo no nace si una mujer no quiere
que le ciña las piernas con su lienzo delgado.

Sé que vienen jardines. Sé que brincan corceles.
Aprender todo eso me ha costado la vida.
Y os la dejo en el mármol, por si alguno la hallara
y quisiera saber cómo se olvida tanto.

martes, 7 de mayo de 2013

Cualquier piedra que levantes..., Celan - Selección Alberto Díaz Hermelo



Cualquier piedra que levantes-
desnudas
a los que piden la salvaguardia de las piedras:
desnudos
renuevan el entramado desde hoy.

Cualquier árbol que abatas-
armas
el lecho en donde
las almas nuevamente se acumulan,
como si no temblase
a su vez este
eón.

Cualquier palabra que pronuncies-
das las gracias
a la corrupción.

lunes, 6 de mayo de 2013

El crepúsculo de amatista..., Joyce - Selección Alberto Díaz Hermelo



El crepúsculo, de amatista, se torna
     Azul más y más intenso,
El farol llena de un tenue fulgor verde
     Los árboles de la avenida.

El viejo piano interpreta una melodía
     Serena y lenta y jovial;
Ella se encorva sobre las teclas amarillentas,
     E inclina así su cabeza.

Tímidos pensamientos, ojos serios y abiertos
     Y manos que vagan mientras escuchan...
El crepúsculo Se torna azul aún más oscuro
     Con reflejos de amatista.

domingo, 5 de mayo de 2013

El huésped de los pájaros, Cabral - Selección Alberto Díaz Hermelo



Yo sé bien que se hiere cuando silva.
Comprendo que la tarde la va haciendo su canto.
Me sé bien de memoria que su garganta pone
más azul en los charcos que pisan los boyeros; y pone
unas tierras extrañas en las bárbaras guitarras
de los pinos.

Comprendo que en el cutis del mar escribe cartas
que sólo leen durmiendo los marinos;
comprendo que su pico
empuja a la mañana como el río sus rizos, la lleva
con el calor de un viento hasta los hombres. Comprendo
que sólo cuando él mueve las palabras, las cosas
van cayendo en la tierra con la novedosa inutilidad
que tiene siempre el árbol para dejar caer
sus profundos frutos, inevitables de ser un poco Dios.
Sin embargo, si no lo viera, si no lo tocara,
me sería difícil comprender su presencia.
No siempre
baja a tierra, pero siempre
bebe en el ojo suelto de un rocío.

sábado, 4 de mayo de 2013

Cuando quise leer la caligrafía de las brasas.., Iglesias - Seleccion Alberto Diaz Hermelo



Cuando quise leer la caligrafía de las brasas,
las palabras sin certezas hacían un ruido de celofán
entre los dedos, ya entonces alguna brecha abierta,
arrugas que no supe interpretar. Las manos de un
alfarero loco modelaban mi sombra y el orfebre puso
a secar mi corazón encima de la empalizada.

viernes, 3 de mayo de 2013

Insomnio, Izquierdo - Selección Alberto Díaz Hermelo



                                                                     A Joan Vinyoli

El tiempo libre que carece de horas
arreciará en las páginas en blanco
abiertas ante el miedo y contra el cálculo
de prodigar las noches asediadas
por la arena que sangra en el oído
ante un par de pupilas desveladas.
Es la norma y el rito y es el grito
y damocles sin riesgo y sin espada
y es una travesía monocorde
que petrifica en vilo al argonauta
de ningún viaje y aventura nula
y a solas delirando entre murallas.
Ni lleno ni vacío. Pasa el mundo
y avisos como esquelas. Nadie aguarda
que ocurra lo de siempre, como nunca
algún fragor, un tono, la fulmínea
divagación de un sueño o forma humana.
Las páginas en blanco no son libres
ni siquiera en las noches inundadas
por la vigilia sorda de las horas
que caen en la arena, desangradas.

jueves, 2 de mayo de 2013

Canción II, Hugo - Selección Alberto Díaz Hermelo



Si nada de mí queréis,
¿por qué os acercáis a mí?
Y si así me enloquecéis,
¿por qué me miráis así?
Si nada de mí queréis,
¿por qué os acercáis a mí?

Si nada intentáis decir,
¿por qué mi mano apretáis?
Del hermoso porvenir,
de la dicha en que soñáis,
si nada intentáis decir,
¿por qué mi mano apretáis?

Si queréis que aquí no esté,
¿por qué pasáis por aquí?
Sois mi afán y sois mi fe;
tiemblo al veros ¡ay de mí!
Si queréis que aquí no esté,
¿por qué pasáis por aquí?

miércoles, 1 de mayo de 2013

En un álbum, Byron - Selección Alberto Díaz Hermelo



Sobre la fría losa de una tumba
un nombre retiene la mirada de los que pasan,
de igual modo, cuando mires esta página,
pueda el mío atraer tus ojos y tu pensamiento.

Y cada vez cada vez que acudas a leer este nombre,
piensa en mí como se piensa en los muertos;
e imagina que mi corazón está aquí,
inhumado e intacto.